Blogia
alucinejoni

De Montse y Charo (comando Moncha)..

De Montse y Charo (comando Moncha)..

 

Transcribo este mail recibido de estas dos amigas que conocí en Caracas en Noviembre 2006. Dos cooperantas españolas de ONG en El Salvador que, después de 5 años alfabetizando y ayudando a los desfavorecidos de ese país, deciden un par de años sabáticos para viajar por latinoamérica para conocer más realidades de las que no vienen en los telediarios. Un testimonio valioso que transcribo sin quitar ni poner coma. Desde aquí un beso fuerte a las dos, ejemplo de dignidad y calidad humana fascinantes. Monse y Charo, ¡Os quiero!

El aparato represivo del estado, o sea el estado mismo, a través de sus perros disfrazados de policía, sigue haciendo uso de su violencia, esta vez, en forma de leyes, de las cuales, miles de personas alrededor del mundo son víctimas; esta vez nos tocó a nosotras.

El Komando MonCha, sigue en el empeño de escarbar en las realidades de los diferentes rincones por los que pasa, pero esta vez, sin buscarlo, nos han obligado a conocer lo que no deja de ser.. "la realidad".


Precisamente, para celebrar nuestros 23 meses de viaje, nos encontramos encerradas en un cuarto de 3 por 4, sin nada, solo okupado  por nuestras pertenencias, una bolsa de basura repleta y un baño sin agua. Si miramos a través de los barrotes, solo se ve un muro, o de vez en cuando la cara de chucho  de algún uniformado. Nos encontramos en los calabozos de la policía Judicial de Pastaza, en Puyo, en el oriente de Ecuador y ¿por qué? sólo por el hecho de intentar financiar nuestra comida y dormida vendiendo las artesanías que nosotras mismas elaboramos.

El domingo 20 de Abril, mientras estábamos sentadas tranquilamente mostrando nuestro trabajo, un carro de la policía de Migración se detuvo ante nosostras y nos pidió los pasaportes. Nosotras, tranquilamente se los mostramos, ante lo cual, sin más explicación nos dijeron que les acompañáramos a la comisaría, ya que habíamos incurrido en un cambio en la calidad de visa. Subimos al carro, pensando  entonces que nos iban a dar solamente un aviso o una "regañina" por vender, pero no fue así. Una vez en las dependencias de  migración, nos repitieron la ley que habíamos "infringido" según la cual, un turista no puede hacer ningún tipo de "actividad lucrativa" y que, en palabras del mismo policía, solo viene a gastar!!!; no tardó en decirnos que el pago de todo esto era la deportación.  Ante estas palabras, nosotras contamos  nuestra situación como viajeras, y la utilización de la  artesanía como medio para seguir el camino, rebatiendo en todo momento su ley, pero.... no sirvió de nada!!!  En ningún momento nos sentimos escuchadas y además, tuvimos que aguantar comentarios  xenófobos como: - " No se quejen, en su país hacen lo mismo con los ecuatorianos", o  - " hay compañeros que no se atreven a detener europeas, pero si a colombianos y a peruanos,  nosotros no tenemos miedo".-, como si por este acto se fueran a ganar una medalla.  Todas estas frases, y su actitud prepotente, en el fondo parecían ser pura sed de venganza, haciendo uso de otra ley, la del ojo por ojo y diente por diente ( a nosostrxs nos joden, a ustedes las vamos a joder), reproduciendo así las mismas mierdas que se les hace a lxs miles de migrantes en España y en el resto del mundo.


Esta actitud, y no tan solo una puta ley fue la que nos llevó a estar cinco días bajo privación de libertad, haciéndonos sentir en cada momento, que ellxs, lxs uniformadxs, lxs armados, lxs letradxs, .... lxs buenxs! tenían el poder y nosotras, las presas, ....las malas! habíamos cometido el delito más atroz del mundo. Cada día que pasamos ahí dentro, confirmamos aún más que todo es un montaje hecho desde arriba, manejado por unos cuantos con sus intereses, odios y recelos. Ahí dentro, el tiempo se dilataba y vivimos un poco de todo como:  Compartir celda con tres menores, las cuales, por "su ley", no deberían estar allí; que nuestra audiencia fuera pasadas las 24 horas "reglamentarias" de prisión preventiva; aguantar una audiencia absurda en la cual la intendenta se levantó a atender una llamada justo en el preciso momento que hablaba nuestra abogada defensora, pidiéndole que siguiera, además de que todo el juicio fuera dictado a la secretaria ( imagínense la velocidad) ; que la intendenta agotara las 48 horas, que por ley tenía, para darnos las resolución, lo que suponía 2 días más enjauladas; que nuestros carceleros nos pidieran que les regaláramos de recuerdo una pulserita o que se la vendiéramos ( hecho por el cual estábamos ahí) y que ante nuestra negativa, uno de ellos, motrándonos su arma, dijera:"- ¿ Sabe lo que es esto?.. yo con esto hago maravillas -"; hablar con el consulado de España, el cual, no se preocupó mucho por  nuestro estado y tan solo nos pudo decir que si nos deportaban a España y no teníamos dinero ellos nos podían pagar el boleto con posterior devolución al ministerio de relaciones exteriores; aguantar los gases lacrimógenos que tiraron los policías en el patio porque un preso se resistía y por último, lidiar con el otro gran poder, la iglesia, aguantando sermones que decían que estábamos ahí porque  " dios lo quiso así "o porque  " estábamos pagando algo" o porque "no nos habíamos acordado de dios en todo el viaje" y que " dios era el único que nos podría sacar de ahí" y de postre, la única vez que salimos de la celda, a parte de para ir a la audiencia, fue para asistir a una misa OBLIGATORIA, después de ser cacheadas ante las miradas imbéciles de muchos policías.

Pero cabe decir, que no solo fueron  cosas negativas, pues  estos días nos permitieron vivir también,  las cosas más bonitas: lo primero, la relación contradictoria con los presos sin rostro de los calabozos vecinos. Al principio soportar comentarios y risitas machistas por el hecho de ser mujeres y en este caso extranjeras, pero al final, se fue construyendo una especie de complicidad por estar en las mismas, por estar ahí dentro. Nadie se quedaba sin comer pues siempre se repartía la comida, corrían cigarrillos, bromeábamos entre todxs, y hasta nos compraban pulseriatas. Tenemos bien presente, el  respeto que todos demostraron, a través de sus miradas, gestos y pabras de ánimo, en el momento que salimos de ahí.
Lo segundo, el apoyo incondicional y el cariño de gente, que casi sin conocernos de nada estuvieron siempre con nosotras. Todos los días, a las horas de visita, había alguien al otro lado de la reja, con palabras alentadoras, informándonos de como  estaba el tema, con comida o con una sonrisa, mostrándonos en todo momento que en esto no estábamos solas. Desde fuera, toda la gente, fue capaz de luchar contra lo que a nosotras nos impedían las rejas, la injusticia de que, en cualquier parte del mundo, el ganarse la vida, se convierta en un delito, o de, como en palabras de Margoth (uno de nuestros grandes apoyos), " luchar por la vida"!!. Ellxs fueron los que se movilizaron delante de la Intendencia pidiendo nuestra libertad, solicitaron el habeas corpus a la alcaldía,  se reunieron con el gobernador, con el jefe de policía, consiguieron abogados, se contactaron con todos los medios de comunicación locales, generando opinión pública y en fin.. hicieron lo imposible, pero..... como siempre, el poder, cuando le conviene actúa rápido  y con esta presión todo " nuestro caso" se aceleró.

 

La sentencia fue la deportación, o a España  o a  la última frontera por la que entramos, pero no tenían dinero para ello y pretendían que nosotras pagáramos nuestro pasaje. De repente, justo cuando nuestros nombres empiezan a sonar por la radios locales y los periodistas quieren  hablar con la intendenta... zas!!! aparece el dinero y nos comunican que ese mismo día a las dos de la tarde nos llevan para el puente internacional de Macará, al sur del ecuador, frontera con Perú. Y así fue... fuimos acompañadas como si de nuestra sombra se tratara, por los mismos policías que nos detuvieron, hasta llegar finalmente a Perú.

Hoy, día primero de Mayo, un día de lucha y reivindicación, terminamos este escrito que iniciamos días atrás, y que sigue cargado de odio, rabia e indignación, la impotencia ya la dejamos en el calabozo. Sentimientos producidos por una serie de hechos que no dejan de retratar lo que pasa en el mundo. Un mundo dividido por fronteras estúpidas, que consiguen dividirnos cada vez más entre nosostrxs y que son capaces de hacer desaparecer  LO QUE SOMOS , importando más DE DONDE SOMOS. Fronteras controladas por Estados, que no son más que títeres del poder económico, que expulsan a las personas de sus territorios, obligándolas a trasladarse a miles de kilómetros, a trabajar explotadas en un lugar nuevo y desconocido, con culturas y formas de vida muy diferentes y que bajo leyes impuestas por el mismo poder las hace ILEGALES  por el mero hecho de intentar sobrevivir en un lugar donde no nacieron.

Todo está tan bien pensado y es tanto el control que se ejerce, que nos están llevando a matarnos entre nosostrxs mismxs, con actitudes xenófobas o racistas, consecuencia de toda esta manipulación que impide que las personas sean LIBRES. 

Aunque nosotras hemos elegido lo que estamos haciendo, aunque nosostras no fuimos expulsadas de donde nacimos, aunque nosostras  no estábamos en Ecuador por trabajo, nosotras también hemos sido víctimas de esa xenofobia creciente y de esas leyes impuestas e injustas que hacen que muchas personas vivan al margen, con miedo, detrás de unos barrotes, en cuartos de reclusión o que puedan perder la vida cruzando un desierto o un océano. Mientras eso sucede, " el estado continua llamando ley a su violencia y delito a la del individuo" y
mientras eso sucede, nosotras no queremos quedarnos calladas y de brazos cruzados, pues en estos casos el silencio nos hace cómplices. Y es ahora, que tenemos mucha más fuerza para seguir luchando.

 

Les regalamos esta canción que muestra todo nuestro sentir

 

Venimos del norte
venimos del sur
de tierra adentro
de allende el mar
y no creemos en fronteras
si un compañero está detrás
con sus dos manos abiertas
a una mañana liberado.
Y caminamos para poder ser
y queremos ser para caminar.

Venimos del norte
venimos del sur
de tierra adentro
de allende el mar
y no nos conduce ninguna bandera
que no se llame libertad,
la libertad de vida plena
que es libertad para mis compañeros.
Y queremos ser para caminar
y caminar para poder ser.

Venimos del norte
venimos del sur
de tierra adentro
de allende el mar
y no sabemos himnos triunfales
ni marcar el paso con el vencedor,
que si el combate es sangriento
nos avergonzaremos de la sangre vertida.
Y queremos ser para caminar
y caminar para poder ser.

Venimos del norte
venimos del sur
de tierra adentro
de allende el mar
serán inútiles las cadenas
de un poder siempre esclavizante
porque es la vida misma
la que nos obliga a dar cada paso.
Y caminamos para poder ser
y queremos ser para caminar.

 Traducción al castellano de una canción de Lluis Llach (cantautor catalán)

 

0 comentarios