Asesinos de razones y de vidas. En memoria de Rachel Corrie

Ya hace cuatro años (15-03-03) que Rachel Corrie, con sólo 23 años, dió la vida por un mundo mejor. Era una estudiante de la Universidad de Olympia (Washington), y pertenecía al  Movimiento por la Justicia y la Paz. Mientras nosotros, los diletantes de salón, en el mejor de los casos y con la mejor intención solidaria, peroramos desde el sofá por un mundo mejor, pero ella llevó su compromiso personal hasta la acción, abandonando la comodidad de su familia, ambiente y estudios para marchar a Israel a unirse al grupo palestino Movimiento Internacional de la Solidaridad. Rachel participaba en acciones para bloquear las excavadoras israelíes que intentaban arrasar las casas de los kamikazes y de sus familiares, en los territorios palestinos ocupados. Ese día, en un acción en Rafah, en la frontera de Gaza, Rachel se encontraba con otros activistas en la trayectoria  del Bulldozer para intentar  oponerse a las demoliciones, sentada en medio del camino. El conductor la vió,  continuó y la excavadora le echó tierra encima y después la aplastó. Los compañeros intentaron en vano parar la excavadora, ya que un asesino iba al volante, y después le prestaron  ayuda, pero ya nada pudieron hacer y Rachel había perdido la vida. Rachel Corrie sólo vivió 23 primaveras por defender con el propio cuerpo y sus ideas el derecho de  los parias palestinos a tener un techo y una tierra. Un ejemplo de solidaridad y dignidad humana difícil de igualar y que la transforma en recuerdo obligado en la causa de la humanidad contra la barbarie de las guerras y los crímenes de locos que gobiernan sin control los estados con total legitimidad “democrática” y con la misma legitimidad deciden la muerte o la vida en condiciones de miseria de miles, millones, de seres humanos: Irak, Afganistán, Vietnam, Hiroshima...Los gobernantes israelíes, auténticos terroristas que campan por sus respetos desde hace años ante la indiferencia y complicidad vergonzosa de las “democracias” occidentales, sus gobiernos y sus mass media, han dado diferentes versiones del suceso desmintiendo la documentación fotográfica y de los testigos (7 y de varias nacionalidades). Pero el dato objetivo es que una mujer joven llena de vida fue asesinada a sangre fría de forma bárbara, siendo su único delito el interponerse de forma pacífica para evitar que decenas de casas fueran destruídas en la frontera de Gaza, o el que los bombardeos dañaran  los pozos de agua dulce en los campos de refugiados de Rafah...